La córnea es el tejido ocular transparente que se encuentra en la capa más externa del ojo. Funciona para proteger los ojos de la suciedad y los gérmenes, además de filtrar los pequeños sonidos de la luz ultravioleta.
Las córneas delgadas son cuando el grosor cae por debajo de las 500 micras (medio milímetro) ya que el grosor normal promedio de una córnea es de unas 540 micras.
Pueden conducir a una variedad de síntomas de la visión que pueden tener efectos a corto y largo plazo. Además, puede descalificarlo para poder someterse a ciertas cirugías oculares.
La córnea se altera cuando se realiza LASIK, ya que es responsable de cómo entra la luz en el ojo, lo que influye en el alcance de la visión. Durante un procedimiento LASIK, el cirujano corta un colgajo en la córnea, lo desarticula y luego usa un láser para cortar tejido y remodelarlo. Cuanto más miope sea, más tejido tendrá que extirpar el médico. Después de completar este procedimiento, se reemplaza el colgajo y se le da tiempo para que cicatrice.
Sin embargo, con algunos pacientes, las córneas no son lo suficientemente gruesas para resistir el corte. Cortar las córneas de estos pacientes podría conducir a un ojo sustancialmente debilitado, algo que nadie quiere. También se pueden desarrollar otros problemas, incluida la ectasia, donde la córnea se vuelve tan débil que comienza a sobresalir hacia afuera e incluso puede provocar ceguera permanente. Una condición notable de la ectasia corneal es el queratocono, donde la córnea sobresale hacia afuera, lo que puede empeorar la visión.
Por este motivo el procedimiento recomendado para pacientes con córneas delgadas es la cirugía con lente epicristaliniana, que se coloca entre el cristalino y el iris.
El Dr. José Alberto Muiños, director médico de Innova Ocular Clínica Muiños, explica en 30 segundos las otras opciones que tienen para eliminar los defectos de graduación aquellos pacientes con córneas muy finas.