La cirugía refractiva es un método para modificar el estado refractivo del ojo en el momento de la cirugía. Si el paciente por genética u otros factores tiene predisposición al incremento de la refracción, puede darse el caso que la misma se incremente con los años y efectivamente, luego de una evaluación, podría volverse a operar.
La cirugía refractiva incluye varios procedimientos electivos. Los procedimientos que involucran la alteración de la córnea se denominan colectivamente como cirugía queratorefractiva, queratoplastia refractiva o cirugía refractiva corneal. También, incluyen la colocación de un implante de lente intraocular (IOL) fáquico delante del cristalino o reemplazando el cristalino mediante el intercambio de lentes refractivas.
Por su parte, LASIK es uno de los procedimientos de corrección de la visión más populares utilizados en la actualidad. Con este procedimiento, la visión se corrige remodelando el tejido corneal debajo de la superficie del ojo. Se crea un “colgajo” en la superficie de la córnea, que luego se voltea hacia atrás mientras el cirujano usa un láser para tratar o remodelar las capas más profundas de la córnea. Luego, la solapa se dobla hacia atrás en su lugar donde se une sin necesidad de puntos.
Debido a que LASIK se realiza bajo una capa protectora de tejido, hay menos área de superficie para curar, menos riesgo de opacidad corneal, menos molestias posoperatorias y menos necesidad de medicación posoperatoria que con otros procedimientos. La visión regresa rápidamente, a menudo en uno o dos días.
La cirugía refractiva se puede considerar cuando un paciente desea ser menos dependiente de las gafas o lentillas, o cuando existan razones profesionales o cosméticas para no usar gafas.
El Dr. José Alberto Muiños, director médico de Innova Ocular Clínica Muiños, explica en este vídeo si un paciente operado de cirugía refractiva puede volver a someterse a la intervención en caso de que aumente su graduación.